III – Retrato del PDSP en el Valle de Aburrá: conoce la investigación de la Universidad de Antioquia


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Retrato del PDSP en el Valle de Aburrá: conoce la investigación de la Universidad de Antioquia

El Valle de Aburrá es mucho más que la suma de diez municipios. Es un territorio donde conviven realidades opuestas: un metro que conecta ciudades modernas con barrios que aún carecen de servicios básicos; industrias que marcan el ritmo económico junto a quebradas contaminadas; hospitales universitarios con reconocimiento internacional y, a pocas cuadras, comunas donde la violencia y la precariedad limitan el acceso a la salud. En este escenario, hablar de políticas públicas de salud es hablar de tensiones entre desarrollo y desigualdad, entre planificación y la urgencia de lo cotidiano.

Fue justamente allí donde un equipo de la Universidad de Antioquia, decidió estudiar de cerca cómo se implementó el Plan Decenal de Salud Pública (2012–2021). La pregunta era tan sencilla como desafiante: ¿qué pasó con ese plan nacional en el Valle de Aburrá? ¿Se tradujo en mejores condiciones de vida para su gente o se quedó atrapado en los informes y las cifras oficiales?

Una investigación con propósito

El estudio tuvo un objetivo claro: analizar la política de salud pública pautada por el PDSP en el Valle de Aburrá, identificando procesos, logros y resultados entre 2012 y 2021. Pero más allá de esa declaración formal, la investigación se propuso analizar ¿qué tanto de lo que se firmó en Bogotá tuvo sentido desde Caldas hasta Barbosa?

Para lograrlo, el equipo se trazó varias metas específicas:

  • Caracterizar la población de la región a partir de datos sociodemográficos, socioeconómicos, de aseguramiento y de situación de salud.
  • Comprender los mecanismos de coordinación y participación, es decir, cómo se relacionaron las secretarías de salud, los actores intersectoriales y la sociedad civil en la ejecución del plan.
  • Describir el proceso de implementación, incluyendo cuántas acciones se llevaron a cabo, cómo se contrató al talento humano, cuál fue la cobertura alcanzada, qué calidad tuvieron los programas y cómo los percibieron los usuarios.
  • Identificar logros y compararlos con las metas fijadas en cada municipio, reconociendo avances y también brechas.
  • Relacionar los resultados con factores sociales e institucionales que ayudan a entender por qué ciertos procesos funcionaron mejor que otros.
 

En palabras simples: no se trataba de hacer un balance de indicadores, sino de tomarle el pulso al PDSP.

La ruta metodológica

Para dibujar este retrato, la investigación combinó enfoques. Por un lado, revisó bases de datos e indicadores oficiales que permitieron medir cuantitativamente la evolución de aspectos como la cobertura de servicios, la contratación de acciones colectivas y los principales problemas de salud pública en la región. Por otro, llevó a cabo una amplia estrategia cualitativa, con entrevistas a líderes de salud pública, coordinadores de planes de intervenciones colectivas y funcionarios de los municipios del Valle de Aburrá.

Ese contraste entre cifras y relatos fue fundamental. Las estadísticas mostraban avances en ciertas coberturas, pero los testimonios dejaban ver tensiones detrás de escena: falta de financiación, rotación constante de personal, sobrecarga burocrática y dificultades para coordinar con otros sectores como educación, ambiente o trabajo. ¿Cómo medir, por ejemplo, la frustración de un funcionario que debía llenar informes sin tener los recursos suficientes para ejecutar lo que el plan exigía; o cómo conocer el impacto de las estrategias educativas en salud a través de listas de asistencia?

Te invitamos a ver el siguiente video, en el cual, algunas de las autoras de la investigación nos cuentan, de primera mano, qué fue lo que se hizo.

Lo que está en juego

Este estudio es clave por varias razones. Primero, porque el Valle de Aburrá concentra más de la mitad de la población de Antioquia, y lo que ocurre allí refleja buena parte de los desafíos del sistema de salud colombiano. Segundo, porque ofrece una mirada independiente y académica a una política pública que suele evaluarse solo con cifras oficiales. Y tercero, porque llega en un momento oportuno: justo cuando el país recorre los primeros años del nuevo PDSP 2022–2031, lo que permite contrastar lecciones del pasado con los retos del presente.

La investigación también responde a una pregunta incómoda pero necesaria: ¿puede una política nacional transformar la vida de las personas si no se ajusta a la realidad de los territorios? Y si la respuesta es que no, entonces, ¿cómo lograr que planes como el PDSP dejen de ser documentos técnicos para convertirse en verdaderas herramientas de equidad y bienestar?

Más allá de la academia

Desde el inicio, el proyecto incluyó un compromiso con la apropiación social del conocimiento. Así, acompañando la producción de artículos académicos, se disponen en circulación los hallazgos a través de diferentes canales, como este blog que ahora lees, así como con un video para todo público y un policy brief para compartir recomendaciones con los tomadores de decisiones. Con esto, se apuesta por acercar a la ciudadanía con temas fundamentales que los impactan directamente. Porque este retrato del PDSP no pertenece únicamente a los investigadores: es una historia colectiva que debe alimentar el debate público y orientar las acciones futuras.

Conclusión

El retrato del PDSP 2012–2021 en el Valle de Aburrá nos muestra cómo una política nacional se tradujo en prácticas concretas en los municipios, con avances visibles, pero también con limitaciones que condicionaron sus resultados. Más allá de las cifras, esta investigación deja claro que la salud pública es un entramado de decisiones, relaciones y tensiones entre instituciones, sectores y comunidades.

¿Quiénes fueron los actores que realmente tuvieron poder en la implementación del plan?, ¿cómo influyó la manera de educar y comunicar la salud pública en su apropiación por parte de la ciudadanía?, ¿qué logros alcanzaron los municipios y cuáles fueron las dificultades más persistentes? Estas preguntas guiarán las próximas publicaciones del blog, en las que entraremos en detalle en torno al papel de los actores, los procesos educativos y el balance entre logros y obstáculos locales, para seguir construyendo una mirada crítica y situada sobre la salud pública en el Valle de Aburrá.

 


 

Proyecto financiado por el Comité para el Desarrollo de la Investigación en la Universidad de Antioquia (CODI).