PDSP 2012 vs PDSP 2022: ¿qué hay de nuevo?
María, coordinadora de salud pública en un municipio del Valle de Aburrá, recuerda cómo en 2016 debía cumplir con las metas del PDSP 2012–2021: diseñar talleres de convivencia social, supervisar campañas de nutrición y entregar informes interminables que hablaban de “dimensiones prioritarias”. En 2023, frente a la llegada del PDSP 2022–2031, su panorama cambió: ahora escucha hablar de “ejes estratégicos”, de la necesidad de incorporar la crisis climática en la planeación local y de garantizar la participación de comunidades étnicas, campesinas y sectores LGBTIQ+. Pero en su escritorio los retos parecen los mismos: presupuestos limitados, metas ambiciosas y poca claridad sobre quién decide qué. Entonces se pregunta —y nos invita a preguntarnos—: ¿qué cambió realmente entre un plan y otro? ¿Estamos ante un nuevo enfoque de la salud pública en Colombia o solo ante un reacomodo del lenguaje y las prioridades?
El PDSP 2012: un plan con 10 dimensiones
Como ya lo contamos en la publicación de “¿Cómo evolucionaron las políticas de salud pública en Colombia? Del PAB al PDSP 2022”, El Plan Decenal de Salud Pública 2012–2021, creado bajo la Ley 1438 de 2011, fue el primer intento en Colombia de darle a la salud pública un horizonte de diez años. Su promesa era clara: organizar el sistema alrededor de los Determinantes Sociales de la Salud, con enfoques diferenciales y a través de la promoción de salud.
El PDSP 2012–2021 nació de un amplio proceso de consulta nacional y se tradujo en un plan muy estructurado, con metas específicas y un esquema de implementación basado en líneas de acción. Su fortaleza fue la claridad técnica, pero esa misma rigidez lo hizo difícil de adaptar a las realidades locales. En la práctica, muchos municipios se limitaron a ejecutar actividades predefinidas con pocos márgenes de flexibilidad. La evaluación se apoyó en un mosaico de observatorios temáticos y registros existentes que permitieron dar seguimiento a indicadores, aunque con un sesgo más técnico que participativo, lo que redujo la posibilidad de incorporar la mirada de las comunidades en la valoración de resultados.
El plan se estructuró en 10 dimensiones:
- Ocho prioritarias: salud ambiental; vida saludable y condiciones no transmisibles; convivencia social y salud mental; seguridad alimentaria y nutricional; sexualidad y derechos sexuales y reproductivos; vida saludable y enfermedades transmisibles; emergencias y desastres; y salud y ámbito laboral.
- Dos transversales: gestión diferencial de poblaciones vulnerables y fortalecimiento de la autoridad sanitaria.
El PDSP 2022: una nueva agenda en salud pública
Diez años después, el país estrenó el Plan Decenal de Salud Pública 2022–2031, reglamentado por la Resolución 1035 de 2022 y ajustado por la Resolución 2367 de 2023.
El PDSP 2022–2031, se formuló en un contexto marcado por la pandemia de COVID-19, la crisis climática, la presión migratoria, los debates sobre inclusión y diversidad, y la urgencia de fortalecer el conocimiento y la soberanía sanitaria en un país dependiente de insumos importados.
Este Plan buscó una estructura más abierta y flexible desde el inicio. Su ejecución pone el acento en fortalecer capacidades transversales, como el talento humano, la salud digital, la vigilancia y la participación social, de manera que los territorios tengan herramientas más sólidas para responder. En cuanto a la evaluación, el plan la integra directamente a la gobernanza, con un énfasis en transparencia, rendición de cuentas y uso de información en tiempo real. La apuesta es que esta vez la evaluación no sea solo un requisito técnico, sino un proceso vivo que conecte datos con decisiones y, sobre todo, con las percepciones de la ciudadanía.
A diferencia de su antecesor, el nuevo PDSP abandonó las dimensiones y se reorganizó en 6 ejes estratégicos:
- Gobierno y gobernanza de la salud pública
- Gestión intersectorial de los Determinantes sociales de la salud
- Gestión integral de la atención primaria en salud
- Gestión integral del riesgo en salud pública
- Gestión del conocimiento para la salud pública
- Gestión y desarrollo del talento humano en salud
Comparando dimensiones y ejes
Gracias a la investigación “Análisis de la política de salud pública: Plan Decenal de Salud Pública 2012 en el Valle de Aburrá”, realizada por investigadores de la Facultad Nacional de Salud Pública de la Universidad de Antioquia, podemos hacer un comparativo entre los dos PDSP en algunos de sus componentes, incluyendo no solo lo planteado en los textos técnicos, sino también desde el análisis de los relatos de coordinadores de salud pública de los municipios del Valle de Aburrá en cuanto a la ejecución del Plan del 2012. Así, estando en los primeros años de aplicación del nuevo ciclo, podemos aprovechar para hacernos algunas preguntas.
1. Convivencia social y salud mental
El PDSP 2012 incluyó la salud mental como parte de una dimensión prioritaria enfocada en convivencia y reducción de violencias. Sin embargo, la investigación mostró que las acciones se limitaron, en muchos casos, a campañas educativas aisladas. La perspectiva del PDSP 2022, en cambio, incorpora la salud mental como un problema transversal y lo vincula a determinantes como el trabajo, el entorno y las desigualdades sociales.
¿Será posible pasar de talleres dispersos a políticas efectivas que garanticen acompañamiento real en salud mental, especialmente tras el impacto de la pandemia?
2. Seguridad alimentaria y nutricional
En el PDSP 2012 la Seguridad Alimentaria y Nutricional (SAN) fue una dimensión específica, con indicadores claros: lactancia, anemia, desnutrición y obesidad. No obstante, los municipios reportaron falta de diagnósticos locales y metas centradas en productos (entrega de paquetes alimentarios) más que en impactos reales. En el PDSP 2022, la SAN se subsume en el eje de la Gestión Intersectorial de los Determinantes Sociales de la Salud, vinculada al derecho humano a la alimentación y a la garantía de seguridad alimentaria desde políticas más amplias.
¿Desaparecer como dimensión significará perder fuerza o será una oportunidad para integrar la alimentación con otros determinantes de la salud?
3. Salud y ámbito laboral
El PDSP 2012 pretendía ampliar la protección social en salud para trabajadores independientes e informales, pero los hallazgos de la investigación muestran que la mayoría de municipios carecían de caracterizaciones sobre estas poblaciones. El PDSP 2022 mantiene el tema bajo el eje de determinantes sociales y busca una mirada más integral, incorporando las condiciones laborales como factor central de la salud.
¿Podrá el nuevo plan atender a millones de trabajadores informales que aún hoy siguen sin acceso a protección en riesgos laborales?
4. Emergencias, desastres y pandemias
En el PDSP 2012 esta dimensión tuvo un desarrollo desigual: muchos municipios carecían de planes de preparación y solo reaccionaban frente a las crisis. La pandemia de COVID-19 puso en evidencia estas debilidades. Por eso, el PDSP 2022 elevó este tema a un eje estratégico propio, con énfasis en cambio climático y pandemias.
¿Logrará Colombia pasar de la reacción improvisada a una verdadera cultura de prevención y preparación frente a crisis sanitarias y ambientales?
5. Vida saludable y enfermedades transmisibles
El PDSP 2012 incluyó esta dimensión con un enfoque biomédico tradicional, alejada de concepciones de la educación en campo de la salud como educación popular, centrándose en campañas de información, educación y comunicación (IEC) y control de enfermedades. El PDSP 2022 busca integrar esta mirada con APS y determinantes sociales, promoviendo estilos de vida saludables desde un enfoque participativo.
¿Cómo hacer que la promoción de la salud deje de ser solo información para convertirse en cambios sostenibles en las vidas y entornos de las personas?
6. Gobernanza y autoridad sanitaria
En el PDSP 2012, el fortalecimiento de la autoridad sanitaria fue una dimensión transversal, pero la investigación encontró que la red de actores estaba marcada por la verticalidad y la concentración del poder en el nivel central. El PDSP 2022 acoge el término gobernanza de la salud pública como un eje estratégico, resaltando la participación, intersectorialidad y rendición de cuentas.
¿Es posible construir una salud pública que reconozca y otorgue poder a los territorios locales en un sistema que sigue siendo profundamente centralista?
Te recomendamos ver el siguiente recurso que recoge las generalidades de ambos planes en comparación.
Conclusión
Comparar los dos planes permite ver un patrón claro: el PDSP 2012 fue un esfuerzo por organizar la salud pública en torno a dimensiones temáticas, mientras que el PDSP 2022 se presenta como una agenda más flexible y sensible a los problemas globales actuales. Aunque los ejes transversales son sin duda elementos en los que el país debe profundizar y resolver, no está clara la conveniencia de dejar las dimensiones al devenir de las rutas de atención.
Sin embargo, muchos de los desafíos persisten: la falta de financiación adecuada, la débil articulación intersectorial y la dificultad de garantizar participación real de comunidades y municipios.
El PDSP 2012 respondió a la necesidad de reconocer e incidir en los determinantes sociales de la salud y a la necesidad de planear en tiempos que superen el periodo de gobierno. El PDSP 2022 nace en un país marcado por la pandemia, las crisis ambientales y los debates sobre inclusión. Pero ambos comparten la misma tensión: ¿cómo convertir un documento de política pública en cambios concretos que transformen la vida de las personas?
Si tuviéramos que ponerle rostro a este contraste: en 2012 un coordinador municipal hablaba de “su” dimensión y de cumplir indicadores; en 2022 debería hablar de cómo fortalecer el talento humano, la participación social, la información y la vigilancia para que cualquier eje tenga condiciones reales de implementación. ¿Estamos listos para ese cambio de cultura institucional?
La gran pregunta es si el nuevo plan será capaz de aprender de las limitaciones de su antecesor o si veremos repetirse los mismos obstáculos de siempre. Porque más allá de las dimensiones o ejes, lo que está en juego es si una madre, un trabajador o un joven en cualquier municipio del país pueden sentir que su salud y su bienestar están realmente protegidos.
Proyecto financiado por el Comité para el Desarrollo de la Investigación en la Universidad de Antioquia (CODI).